miércoles, 30 de enero de 2008

Cañones o mantequilla (III): crecimiento y eficiencia

El crecimiento económico

Con unos factores productivos y tecnología dados las sociedades alcanzan unas determinadas posibilidades de producción de bienes y servicios. Pero, lógicamente, si aumenta la cantidad de factores productivos disponibles o mejora la tecnología (los métodos de producción) también pueden aumentar las posibilidades de producción. Cuanto esto sucede se habla de crecimiento de la economía o se dice que el país crece económicamente. Cada cierto tiempo, acercamos a nuestros hijos pequeños a la pared y allí hacemos una pequeña muesca para compararla con otra que hicimos tiempo atrás. Las personas crecemos en centímetros mientras que los países lo hacen en producción.

Nuestros hijos crecen a base de comer más o comer mejor. Los estudiantes mejoran sus notas académicas estudiando más horas o aprovechando mejor las horas de estudio. Los países crecen incrementando los recursos de los que disponen o siendo más productivos (aprovechando mejor los que ya tienen). Más recursos naturales, más trabajadores, más dinero, más instalaciones... es una fórmula básica que ha funcionado desde la antigüedad, si bien ha variado la combinación básica. Ahora son los equipos y máquinas quienes soportan la mayor carga del proceso productivo. En lo que se refiere a las medidas empleadas para mejorar la productividad de un país cabría citar los cursos de formación profesional a los trabajadores o la implantación de avances tecnológicos que dan lugar a combinaciones de recursos más óptimas que las que existían previamente. Una nueva fábrica o la mejor formación de los trabajadores podría incrementar la producción hasta los 25000 cañones o hasta las 6250000 toneladas de mantequilla.


Eficiencia

La economía produce eficientemente cuando está al límite de su capacidad, esto es, cuando no puede producir un bien sin reducir la del otro. La FPP ilustra el límite, estar en ella significa que para producir una cantidad de mayor de un bien es necesario sacrificar otros. Al producir más cañones, sustituimos mantequilla por cañones y viceversa. Pero si las personas no somos óptimas o eficientes a la hora de rendir, los países mucho menos. Cualquier observador de la vida moderna sabe que en la sociedad hay muchos recursos ociosos como por ejemplo los parados o las tierras sin cultivar. Cuando hay recursos ociosos la economía no se encuentra en la FPP sino en algún punto por debajo de ella. Los puntos por debajo de la FFP son ineficientes y sería el caso de producir únicamente 18000 cañones o solamente 4360000 toneladas de mantequilla cuando se podría llegar hasta las 20000 o 5000000 unidades respectivamente si se aprovecharan de manera óptima los recursos. Poniendo a trabajar recursos ociosos se puede producir más mantequilla y/o cañones y mejorar la eficiencia pero los óptimos que marca la FPP díficilmente serán alcanzados.

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